Soy una orgullosa chica de diez… hermanos. Vengo de una familia acomodada porque mira que acomodarnos a todos fue un reto. Opino que por haber nacido ya gané, lo que haga con ese regalo depende de mí.
Vivo la vida como me preparo los tacos ¡Con todo! Disfruto las grandezas que hay en cada detalle y cada uno de mis días los he necesitado. Así que con la vida siempre estoy en son de pants. Rían.
Me considero un instrumento positivo de este nuestro universo. Aunque no siempre estoy de buenas como algunos creen, «pos oye» también soy un homo sapiens sentimental.
Comencé a escribir desde los ocho años pero hace más de diez abrí este blog y compartir mis palabras bajo el nombre Lucía la de Flor porque ser hija de Flor me define. Ella, una mujer que ha desafiado las leyes universales, ya que su amor – aunque anda en el cielo – lo siento todos los días traspasando tiempo y espacio. Tomen esto científicos.
Mi vida nunca fue «normal», lo supe desde que mi frijolito de la primaria no germinó. Pero la magia que descubrí en cada uno de mis días me regaló ese «feeling» que me gusta compartir. Así que aquí estoy, creyendo como Steve Jobs que sólo las personas que están lo suficientemente locas como para pensar que pueden cambiar el mundo, lo hacen y este es mi medio.
Veamos que sucede. Pase usted.
PD Nunca he sacado tarjeta de «Cosco» y soy feliz.
PD 2 Soy sumamente ordenada pero no ejerzo.
PD 3 Pertenezco al gremio que no distingue entre cilantro o perejil.