Claro, escribía todos los días… que si los #GuerosDias que si cómo amanecí, que si la columna de la semana. Y luego ¡Nada! ¿Qué se cree? Lo sé, veía sus mensajes y por eso escribo. Si antes publicaba hasta el color de mis calzones los dejé sin información alguna de mis gueradas y estoy lista para decirles un por qué a medias. Lo otro lo explico después.
Precisamente decidí dedicarme de entero a lo que amo. Escribirles, dar conferencias en más ciudades, subir más vídeos y ¿Por qué no? Hacer un club de lectura. Pero todo necesita estructura. Y luego no sé si les pasa pero a veces los cambios, aunque son para mejorar, duelen. ¿Raro no? Uno siempre anda teniéndole miedo a lo desconocido y no fui la excepción.
Pasé días pensando… literal, sentada pensado. Busqué asesoría, ayuda… volví a analizar cuál era mi centro, mi punto de enfoque, y depuré lo que ya no es parte de mi presente y todo eso es un verdadero retumbre de las capas tectónicas. Pero a veces los temblores son necesarios para que todo vuelva a su nuevo lugar.
Y aunque el proyecto comenzaba a tomar forma, me sentía como a punto de saltar de un trampolín de quinientos metros. O de mil. Pero tengo que confiar que no brinco al vacío, que hay agua abajo. Si no hay confianza en la mochila los proyectos no fluyen como deberían, incluso los proyectazos.
Así que me serví una dosis de terapia, de paz, de relax, de detenerme. Pero como mi mamá siempre me dijo «Tú nunca te apaciguas» y es que sí, estar sin movimiento también me dio miedo. Y cuando hablo de «no tenía movimiento» hablo de que hacía cinco cosas en vez de diez. Siempre he estado activa.
Algo así como estar empacando pero todavía no te subes al avión. Y pues ¿Qué creen? Ya estoy aquí en el aeropuerto con boleto en mano. ¿Destino? Emprender. ¿Lo que empaqué? Confianza, experiencias, aprendizajes, (la incertidumbre se coló como esa blusa que llevas «porsi»), y sobre todo ganas de empezar una nueva vida, misma que voy a compartir, no como lo hacía antes, sino como lo hago ahora. ¿Viajan conmigo?
3 comentarios
#QueridaLucia es un placer descubrirte y leerte. Recientemente empecé un blog y aunque es más gráfico de repente me gusta escribir pero batallo mucho. Entré para aprender un poco como escribir pero descubrí mucho más que eso, me caíste súper bien y quiero seguirte conociendo a través de tus textos. Te has ganado mi admiración y mi respeto. Nos seguimos leyendo
#QueridaLucia Te extrañaba tanto! Leerte! Mucho! Mil bendiciones en tus nuevos proyectos! Que bueno leerte!
#QueridaAnia YO TAMBIÉN ME EXTRAÑABA! NO SÉ DÓNDE ME METÍ! jajaja. Y extrañaba esto que tengo con ustedes… esa conexión, ese escribirles diario, ese siempre tener algo nuevo que compartir. Pero ya estoy de vuelta y más profesional ¿Ya viste? Me creo mil con mi página nueva. Que es toda tuya.
Gracias por leerme y sobre todo por comentar.
Lucía.