¿Quién no se ha sentido así? En la cima creyendo que la felicidad dura para siempre y otras veces triste pensando ¿Qué voy a hacer de mi vida? Y de pronto otra vez en la cima como montaña rusa. Y pasa en tan cortos períodos de tiempo que cada que amanezco tengo un humor especial. A veces indiferente, a veces con «contentismo» y otras irritada y las mujeres me entenderán bien. Y por más que quiero tener un buen día con todas mis fuerzas no siempre lo logro.
Entiendo que todo es parte de un todo. Que hacemos lo que podemos, que pagar el precio de vivir es a veces la única tarea del día y por eso un día puede ser tan diferente del siguiente o una mañana de la tarde…
Nah, no es inestabilidad, es solamente entender que las emociones suben y bajan respecto a lo que le das importancia y en eso amanecí pensando. ¿Qué es eso que me importa que al darle valor sube y baja mi estado de ánimo dependiendo de la situación en la que eso que me importa se encuentre?
¿Vale la pena darle importancia a lo que le estás dando importancia?
¿Qué pasaría si pusiéramos más valor dentro de nosotros más que afuera?
¿Qué pasaría si nos encontráramos con la noticia de que nuestro día es tan importante que no debería verse afectado por las circunstancias que ahora me preocupan?
¿Qué pasaría si me permito un poquito soltarme de lo que me tira para abajo?
¿Qué cambiaría si dejara lo que me está tumbando?
No podemos negar que vivimos en un escenario y esa plataforma claro que define nuestro día de alguna forma, pero la forma en la que vemos las cosas probablemente es la que sí puede cambiar.
¿Cómo? Dándole valor a lo que viene de dentro. Hace mucho escuché una frase que dice: Si algo a lo que llamas tuyo pueden quitártelo no es tan tuyo. Entonces pensé qué cosa no puede quitarme nadie para saber qué sí tengo y creo que muy pocas cosas pero hoy propongo decididamente apropiarnos de nuestros días como cuando nos aventamos a los dulces recién caídos de la piñata.
Dejar de lado las falsas creencias y preocupaciones tontas que ocupan el primer lugar como si de verdad lo merecieran y comenzar a intentar ver el día como único y propio. Como un lienzo en blanco puesto para un artista como tú.
¡ES HORA DE RECLAMAR LO QUE NOS PERTENECE Y NO DEJARLO IR POR ALGO QUE NO VALE LA PENA!
Si la vida está hecha de días y yo soy una mujer que reclamo mi amor por la vida, entonces voy a empezar por mi amor por mi día. Sí, eso debe ser.
2 comentarios
#QueridaLucia Hola Lucía, más que hacerte una pregunta, sólo quiero agradecerte cada uno de tus escritos, por regalarnos las letras más chilas que he leído en mucho tiempo.
Gracias por compartirte y por ser un ejemplo de mujer, escritora y valentía.
Saludos y un abrazo hasta tierras tapatías.
#QueridaAnaBonilla claro te que ubico oye muchas gracias se siente muy bonito saber que mis letras te siriveron de algo, yuju que bueno. Besos.
Lucía.