En la vida, aprendemos a caminar de los dedos de nuestros papás, luego tropezamos pero somos bebés y nuestras células se regeneran al mil por hora, así que sin importar tener las rodillas cortadas jugamos, patinamos, corremos y metemos carrera, pateamos el balón, nos peleamos y nos contentamos. La verdadera gloria de la infancia es que todo el tiempo estamos intentando algo nuevo.
Pasa que crecemos y tenemos miedo porque las experiencias nos inculcan la suma de sentimientos negativos por tomar una decisión supuestamente incorrecta, eso a diferencia de cuando éramos niños y no teníamos miedo a equivocarnos.
¿Y si no resulta? Dice nuestro corazón en las noches. Es algo así como si una a alarma antidolor quisiera protegernos y no veo nada de malo en ello, nace del amor propio pero ¿Acaso no nacimos para vivir? ¿Es parte de vivir no arriesgarnos a nada? No lo creo.
Hay una frase de una película que me encanta y por eso cuando me preguntan ¿Cuál es tu película favorita de romance? Contesto que esa y me dicen:
– ¿Pero si se trata de una pareja que se le mueren los hijos luego se muere él y ella se suicida?
Entonces contesto:
– Si alguien está dispuesto a ir al infierno por mí, eso lo encuentro más romántico que una escena de estar compartiendo un helado o bailando una balada de cachetito.
Y es que “Más allá de los sueños” tiene una frase principal en su peli y dice así: A veces cuando pierdes, ganas.
Cambio de tema pero vuelvo al punto. Últimamente me he salido de todas las zonas de confort que conozco, mi pelo diez años largo lo moché, me fui a Asia que se me hacía un lugar misterioso, dejé de ser Godínez pera emprender, y mi vida ha cambiado demasiado como para asimilarlo todo, pero me gusta. Entendí que para encontrar lo que buscamos hay que salirnos de nuestra zona de confort y experimentar que nunca es un error comenzar de nuevo.
Claro que lo platico como cuento de hadas, pero no señor, me sentí muy sola, incomprendida por mí misma y esas cosas raras. Pero esta frecuencia diferente me llevó a caminos y personas diferentes. Se me abrió otro panorama.
Sí, estoy cambiándome de piel como algunos reptiles, y sí, es extraño, requiere un esfuerzo mayor, requiere mucha concentración y mucho dedicar tiempo a uno mismo, requiere tener valor para dejar lo que ya no sirve, las muletillas de la vida son tan cómodas, se necesita autodefinirnos y conocernos hasta el fondo de la coraza y eso es de valientes.
En conclusión: Sólo soltando lo que creía que me sostenía me di cuenta que ya estaba de pie.
Por eso sí, a veces cuando pierdes: ganas.
3 comentarios
#QueridaLucia
Me encanta leerte, me identifico muchísimo contigo, gracias por transmitir tanto a mi vida, en ocasiones sólo necesita sentarte un momento y leer para despegar de nuestro mundo y convertirte en una mejor persona.
Saludos infinitos
Mariel Hernandez García
Monterrey Nuevo León
#QueridaMariel yujuuuuuu sí, ya traemos «la mejor persona» o nuestra parte sabia adentro de nosotros y leer es una muy buena manera de hacerla viva, te mando un abrazo. Gracias
Lucía
Besos hermosa espero que tengas una bonita semana