Veo el pinche letrero de “Love is all you need” y sincera y fríamente me pregunto ¿El amor es suficiente en una relación? De entrada a lo largo de mi vida el amor se me ha hecho indefinible. De repente lo consideraba como un sentimiento pero ahora creo que es una decisión. Decidir o no decidir amar.
Si decides amar tienes la ardua tarea de hacerlo por ti primero. He pensado que es más fácil amar a alguien más que a uno mismo. Es escabroso amarte, implica pánico a la introspección y circunstancias donde por decidir por ti, requieres privarte de placeres que parecen más necesarios.
Es poner límites para poder cuidarte, es dejar de pensar que si tuviste o no amor en tu vida, si tu mamá te quiso lo suficiente o si tu papá fue protector contigo, no importa, porque tú decides quererte incluso si alguien no lo hizo.
Para quererte necesitas huevos. En el camino a encontrar el amor de pareja descubrí que si de verdad quiero amar, tengo que amarme para poder amarlo como se merece, incluso si no se ama. Pero el camino del amor también me ha llevado a alejarme de quien amaba y claro, duele.
Para amarte necesitas madurez, porque al hacerlo asumes toda responsabilidad de tus actos. Y ¿A quién le gustan las responsabilidades? Pareciera que al amarte eres menos libre porque te privas de sucesos, que aunque sean divertidos, pueden hacerte daño. Y si es así, amarte suena muy aburrido. ¿Verdad?
Y cuando empiezo a ver lo que amarme conlleva y el trabajo que es, he llegado a justificarme pensando: ¿Si no todos nos amamos puedo permitirme no amarme yo también y entregarme a una relación donde no se me ama del todo? Al cabo me ama poquito, y eso no es peor que nada. Un buen punto para los que quieren encontrar una salida a la responsabilidad de amarse. Para luego escribir los textos más ardidos y hacer una rueda de prensa con amigas y decir: No me amó. De eso viven muchos poetas, compositores pero de eso no quiere vivir una escritora como yo.
Es luego cuando nos quedamos solos. Y la soltería a veces podría parecer no recomendable si no te amas. Es mejor salir a la calle a buscar quién lo haga y vaya que no digo que no sea una agua de la que no haya bebido, pero quien se ama o quien al menos decide amarse sin todavía hacerlo, vuelve a la soltería si es necesario como primer paso a decidir por el amor. Porque sí, somos seres de contacto y nacimos en comunidad y nos gusta, pero alguien que se ama no compromete su amor y cuidado personal por tener compañía. Es duro lo sé.
Incluso a veces he justificado que puedo aprender a amarme amando a mi pareja. Sí funciona, sí ayuda, pero nunca deja de ser una responsabilidad personal amarme. No porque alguien me ame puedo dejar de hacerlo.
Fuertes declaraciones, no se escucha tan mágico el “love is all you need” porque poniéndolo en esta perspectiva da mucha hueva empezar a hacerlo. Mejor buscarlo. Pero si manufacturas el amor y no lo fabricas corres el riesgo de que tu proveedor se vaya porque es externo. Inspiración de muchos poetas, lo puedo volver a decir. Personas que perdieron su proveedor y que cierran sus puertas al amor por miedo a salir lastimados. El amor no lastima, a menos de que la tenga muy grande.
Y de entre dos caminos: estar sola o amar sabiendo que ni la otra persona ni yo queremos asumir la responsabilidad de amarnos pues suena mejor la segunda porque no es lo mismo ir con la maestra a decirle que no hiciste la tarea que todo el salón no la trajo.
Si empezar a amarte te lleva por el camino de depurar viejas amistades, perder hábitos confortantes o incluso a una pareja, no significa que amarte no valga la pena. Significa que todo mundo dice que “love is all you need” pero no muchos tienen el valor de hacerlo y todo queda en canción.
Decidir amarme, porque no sé si lo hago como me merezco, sí requirió una dosis de despedidas y finales. Sí me llevó por el camino de sentirme vulnerable y fuera de contexto, como si no perteneciera al mundo de repente. Como si “no agarrara la onda”. Pero solo con decidir, he encontrado que solo con las manos vacías puedo comenzar, que no todo lo que se va tenía que quedarse, que soy responsable de los valores que se viven en mi entorno, que soy responsable de cuidarme y ponerme en situaciones donde la gente o mi manera de desenvolverme se sienta amada como también ame de vuelta. Al fin, si son más pocas las personas tal vez hasta sea mejor por aquello de dar tiempo de calidad a quienes me aman.
¿Quién es tu enemigo si te amas? Solo lo que quiera cambiar por mi amor pero al final de cuentas fue decisión mía. ¿Qué cosa me hace daño si me amo? La que me permita vivir.
Y si en mi corta experiencia tengo algo de credibilidad asumo que la mayoría de los problemas de las relaciones, de pareja, amistad, familia o laboral, pueden venir de ahí. De la falta de amor que por consecuencia se entrega igual de carente a la persona con la que nos toca convivir.