Enero, uvas que tal vez sepan igual que las pasadas. Deseando lo mismo porque otra vez no lo logramos. Pareciera que en 365 días no hemos ido a ningún lado. ¿En qué me gasté esa hora que necesitaba para el gimnasio?
Aunque, pensando profundamente, sé que esa uva que me comí pensé que era lo único que tenía que hacer para que mágicamente mi trasero se parara en el gym. La explicación es simple:
PARA QUE CAMBIE TU VIDA TIENEN QUE CAMBIAR TUS PRIORIDADES.
El día que de corazón desees darte un momento costoso en esfuerzo para liberar endorfinas o para tener paciencia y ser la suma de muchos días que te reflejen un cuerpo más saludable, vas hasta los domingos.
Pasa un buen día que, para bien, te enfada lo que estás haciendo con tu vida y como Jlo dices “nunca más” y poom, ese día sacas toda la ropa que no necesitas, tiras cartas, empoderada dejas en visto a ese amor tóxico y por si fuera poco, no te cuesta trabajo ya demás te da placer porque sabes que estás haciendo todo por ti.
Es hasta que tus prioridades cambian que tus acciones cambian también. Decides diferente, vives diferente, escoges pelis diferentes, comes diferente y te juntas con gente que vibre en tu frecuencia nueva. Llega el punto en el que no sabes dónde se esconden los patanes porque ya ni los ves, porque estás tan enfocada en lo tuyo que no se cruzan en tu camino o no les das entrada.
AL CAMBIAR MIS PRIORIDADES ME QUISE MEJOR Y ASÍ DEJÉ DE SENTIR ATRACCIÓN POR PERSONAS QUE NO SE AMABAN Y NOMÁS ME CHUPABAN LA VIDA.
Así que, para lograr tus propósitos, el segundo paso es alejarte de todo lo que no es tu propósito. Hoy traté de alejarme de la hueva, se acercó a mí para decirme que durmiera media hora más y… no huí inmediatamente pero sí antes de la media hora. Antes de darme cuenta ya me serví un litro de agua que me pienso tomar antes de acabar este escrito y me voy a los Colomos con una amiga. Es decir, me rehuso a no hacer este año especial y sé que para que lo sea necesito moverme. No está tan difícil si lo vemos desde ese panorama.
Así que, priorizando nuestros propósitos y alejándonos de todo lo que no lo es nos queda un tercer paso: Automotivarnos.
Enero está de hueva o al menos a mí así me sabe, pero esa no es una razón para echarla. Venimos de posadas, fiestas, tragadera, desvelos, fin de año fiscal, es decir, estamos bomba de todo y hoy Carlos me dijo que estudios revelan que enero es el peor mes para proponerte algo.
Pero todo funciona con la motivación compañeros. Tal vez enero nos exige que nos agarremos de lo que tengamos para que con ese coraje de salir adelante, limpiarnos todo el vino que nos tomamos o la grasa extra que comimos, saquemos la casta como dice mi abuelita y hagamos las cosas.
Porque algo me queda muy claro, si estás ENFOCADO y PRIORIZAS esa meta MOTIVÁNDOTE todos los días, no encuentro un motivo por el cual no logremos lo que queremos. Así que, cuando algo no te esté saliendo bien, piensa si te falta alguna de estas tres herramientas infalibles 2019.