Con agitada adrenalina María salió del departamento y su estado de shock no le permitió el llanto. Sin embargo, no era tan débil para permitirse seguir ahí. El amor no había dejado de ser amor pero sí había dejado de ser lo más importante y esa fue razón suficiente. Pero ¿Cuándo se identifica la diferencia?
En las relaciones las palabras pueden ser dulces pero los hechos amargos y eso sólo causa dolores inexplicables de estómago clasificados como “algo aquí no está bien” . Pero luego vienen otra vez las palabras dulces y algunos momentos satisfactorios y olvidamos el asunto. Esa falta de coherencia confunde por un rato hasta a la mujer más inteligente.
María era esa mujer inteligente. Ignoraba los dolorcillos de panza pensando que eran inseguridades suyas, se auto convencía que era el miedo natural hacia perder algo por amarlo demasiado, sí eso debe ser.
Pero con el paso de los días los corazones ya no estaban tan conectados. A veces la distancia se mide en prioridades más que en kilómetros.
Aquella tarde la discusión se salió de control, y aunque nadie le dijo que se fuera, los hechos tampoco le pidieron que se quedara. Es algo así como todo estaba pasando y nada estaba pasando, ella quería decirle que es prioridad ser prioridad, él estaba en una frecuencia donde ella estaba exagerando y nadie tenía la culpa y nadie tuvo la razón, pero su amor propio le despertó la fuerza de voluntad que le activó el instinto de dar los pasos que la alejaron de lo que hacía poco la estaba haciendo tan feliz.
Y es que en el día menos esperado es a veces como termina lo que un día se quiso para siempre.
Lo que hizo fue tomar el amor que le quedaba para llevárselo como película que proyectaría con una nieve de chocolate y de a litro. Ya lo había hecho veces anteriores así que el final de otra historia de amor no era nuevo para ella. Por este motivo la vida le confirmó que la experiencia de haber probado el desamor te hace inmune a él.
No por eso no lloró, no por eso no sintió, pero confiaba en que tener el corazón roto es un capítulo amargo donde tarde o temprano terminas de pie.
Revisaba el celular como cuando abres el refrigerador sin ni siquiera tener hambre. Encendió varios cigarros en su nombre y dejó que las canciones tristes rodaran por su cabeza soltando lágrimas atoradas en las memorias. Aún así, ella tenía presente que la meta en el desamor no es otra cosa que aceptar el duelo pero no dejar que se apodere de ti y de lo que sí tienes.
Y no, tampoco intentó huir. Evadir el desamor puede parecer aparentemente más fácil pero te atoras en vez de aprender.
Cuando evades en el desamor desaprovechas el capítulo de soledad donde la vida quiere enseñarte curiosamente que no estás sola.
Pero María no quiso evadir y aunque le vino un miedo hacia el porvenir, también sintió dentro de ella un amor que no viene de ningún hombre. Se recordó que ya no tenía quince y pensó que aunque el desamor te haga sentir paralizada, es necesario hacer uso de las fuerzas que te quedan para reinventarte y nunca perder la esperanza en los días felices.
Entonces ¿Qué es lo que verdaderamente duele de todo esto? Su lógica le decía que si alguien no era para ella entonces ya se había resuelto el problema y que si sí era para ella llegaría la forma de estar juntos de nuevo, entonces – ¿De qué me preocupo? – Se repetía.
Volvió a acordarse de las otras veces que había terminado y se le iba el mundo encima, su alma agonizaba hasta las cinco de la mañana y la tristeza la volvía poco o nada funcional, y es que cuando se está realmente triste se pierde el permiso de ver hacia adelante. Pero esta vez vio las cosas diferente:
La vida es cíclica ¿Quién se queda para siempre? Dicen que la familia, algunos amigos pero personas están y se van, es doloroso sí, dejar a alguien vivir únicamente en los recuerdos es frustrante cuando aún deseas que más anécdotas pasen.
Tener que borrar tu futuro imaginario con la persona que amas es algo casi comparable con la muerte en el sentido de que esa persona vivirá pero jamás contigo.
Terminar es un duelo y vivirlo un reto. Mientras más vas creciendo la vida te enseña eso a fuerzas. Gente se queda y gente se va y esa es la única constante y María lo entendió mientras bajó las escaleras aquella tarde casi noche.
¿Qué nos queda? Vivir a tope queda segundo, cada beso… y si se va, se irá con el recuerdo de que fuiste toda tú, enteramente. Por eso a María le gustaba repartirse entera, dejar todo en las canchas, sudarlo todo, expresarlo todo, porque más allá de si se queda o se va, tú te quedas en su memoria toda tú, toda entera.
Vivir con la satisfacción de que amaste lo mejor que pudiste es tu firma, es tu sello. Recorrer el parque de las memorias de vez en cuando para las personas que amaron a tope, será un lugar donde siempre encuentren flores…
Cuando amaste ese momento lo hiciste tuyo, dar no te quita y a eso venimos en la vida, a amar a tope, con la forma y expresión de la individualidad de cada ser humano.
¿El secreto? Ama en tierra segura, donde sepas que tu amor es valorado, recibido y compartido de vuelta. Es el único consejo que en la mente de María se paseaba, porque al bajar las escaleras, con esa adrenalina, en ese estado de shock, también encontró que se puede sentir paz en medio de la adversidad, porque cuando amaste con todas tus fuerzas, decir adiós duele, y duele terrible, pero no te destruye, te engrandece.
3 comentarios
#QueridaLucia mas que preguntar quiero agradecerte, siempre tus escritos sin saberlo yo y sin saberlo tú, son la respuesta que necesito. Leer acerca de María fue como leer mi propia historia… esto me hace creer que no estoy tan loca al amar como amo y al sufrir como sufro cuando todo se acaba y lo único que queda es un amor sin dueño.
Como ya dije… GRACIAS, me recordaste lo bien que estoy después de haber estado tan mal y lo hermoso que es estar : «enamorandome de la vida».
€QUERIDACARODELZOPPO Es importante para mí saber esto, me gusta, le digo a mis amigas que una de las recompensas de lo que hago es saber que en algún lado del mundo alguien no se siente sola, se puede empoderar y crear un cambio positivo en su vida… Es cursi decirlo pero quiero que todos estén bien, tengo la convicción de que lo que hago conlleva este tipo de consecuencias y eso es lo que a veces me anima a no detenerme en días difíciles… TE MANDO MIL ABRAZOS Y TE FELICITO POR SER UNA PERSONA TAN AGRADECIDA, ESO ES UNA GRAN BENDICIÓN EN TU VIDA Y ME HIZO MI DÍA.
TU LUCÍA.
#QueridaLucia
Hoy después de un tiempo te leí de nuevo. Creo que todo momento llega a tu vida por algo y creo que no te leía porque me resistía a hacer introspección (sobre todo de la amorosa), jaja.. Como sea, me quedo con una duda: ¿qué pasa cuando sabes que pudiste hacerlo mejor? Pensando en retrospectiva, creo que después de terminar una relación me quedo ahí atorada tratando de sobrecompensar por lo que hice mal, aceptando que no era mi destino y tratando de tener un desamor tipo bien.