¿Estás intentando independizarte de tus papás y no morir en el intento? Antes de gritar “Freeeeeedom” cual Mel Gibson hay un par de cosas que debes saber. (¡Qué! ¿No vieron la película?) Bueno el caso es que este blog es única y exclusivamente para asustarte sobre tu tema de mudarte y luego reír mil cuando entiendas que por ser complicado no deja de ser divertido. Sigue leyendo y disfruta tu independencia al máximo.
1.- Así que vas a vivir solo, y dime ¿Qué se siente que tu plato fuerte será una maruchan? Ya sé, yo también pensé que adquiría poderes culinarios automáticamente… y no, no permitiré que tu también le entregues tu estómago al taquero. Anota: Dos de agua por una de arroz. Y si quieres un consejo más letal en este tema: no te independices de la Yoda de la cocina sin antes llevarte contigo sus secretos.
2.- Tener suficiente libertad también puede ser tu peor enemigo. Aquí te van tres caminos que en mi experiencia vale la pena evitarse:
a) Tu casa no es un antro, un club social o el community center de tus amigos que viven con sus papás y quieren jugar x-box sin sentido de culpa. Es tu hogar.
b) Que ya puedas hacer cosas de esposos o cucharear en domingo no quiere decir que ya encontraste a la persona correcta, sólo que ya tienes el lugar, de nada.
c) No hagas de tu nueva emoción la razón para terminar en bancarrota. Comienza por lo básico y luego los detalles (a mi también me traumaba ver cero decorada mi casa y quería largarme a comprar flores y así… pero sin refri no hay paraíso).
3.- Un roomie no siempre es un cuento de hadas. Es decir, no des por sentado que el sentido común es tan común. En este punto entenderás que el único amor incondicional es el de tu mamita santa y que tus hermanos no eran tan latosos después de todo. ¿Consejo? Empatía y no suponer nada. “Yo pensé que esto o aquello” es porque tú vienes de la escuela de tu casa, pero para la otra persona eso puede ser algo totalmente ilógico y no por eso estar mal. Pero ¿te digo algo bien padre? En esta área madurarás mil de París y tu próxima pareja amorosa lo agradecerá con todo su corazón.
4.- El gas no es como el verdadero amor, sí se termina. Y sí existe gente sin escrúpulos que corta la luz si no la pagas. Grábalo en tu corazón.
5.- La frase de nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde cobrará su sentido más profundo, extrañarás hasta las peleas de tus hermanos por el control de la TV. El olor a menudo que odiabas, tu mamá cantando música cristiana a las 7 am mientras hace huevos revueltos, el agua de limón, que tu papá baje a revisar la cocina porque huele a gas o a asegurarse de que la puerta está cerrada. Valorarás hasta que alguien te respire al lado y te diga “¿Qué haces?”. Incluso apreciarás que alguien se preocupe por si ya llegaste a casa. Y es que mudarte significa encontrarte a ti mismo y esto puede implicar momentos de mucha soledad e incluso crisis existenciales pero es algo que valdrá la pena ya verás.
6.- Ten mucho cuidado con el chico del apartamento 512.
7.- Existen cosas infalibles que como siempre has tenido en casa de tus papás piensas que aparecerán en tu departamento. No, no lo harán a menos que alguien invente la teletransportación y en ese caso también te ahorrarías la mudanza. ¿Qué debes comprar que no consideras porque siempre tuviste? Anota de París:
– Aguja e hilo.
– Aspirinas y en general un botiquín básico (un sábado por la mañana te acordarás de mí si no lo haces).
– Una linterna. ¡Haz caso!
– Un abrelatas y destapador.
– Cinta aislante y cinta teflón. (La primera para las fallas eléctricas y la segunda para alrededor de las tuberías cuando se sale el agua, no te asustes, se escucha más complicado de lo que es y el señor de la ferretería te explica a lujo de detalle).
– Martillo y clavos… jaaaaa malpensados.
8.- Entenderás a la mala que las cosas no se hacen solas. No, coffee doesn´t make itself, no, los platos no se bañan solitos antes de dormir, ni la basura se avienta un clavado al basurero de afuera. Y sí, a la gota que cae al piso le gusta quedarse si no la mueven. ¿Querías ser el protagonista de tu propia historia? Esta es tu oportunidad.
9.- Sí, tendrás un corazón roto por cada vaso que cae al suelo. Y llorarás amargamente si se te olvida el tupper en la oficina. Cuando te mudas te das cuenta de que las cosas cuestan y tu billetera lo sabe.
10.- Si te vas independizar, hazlo bien. No se vale el:
– Mamá me voy, quiero independizarme y tener más responsabilidades.
– OK mijita ¿Entonces no te esperamos para comer?
– Ah no para comer sí.
Eso de que te lavan tu ropa, te pagan la tenencia, tu seguro de gastos médicos y tienes una tarjeta adicional, es una independencia tan falsa como las pompis de Kim Kardashian. A la larga pagar la mayoría de tus cosas te llenará de satisfacción y los aprendizajes necesarios para que la vida te sepa mejor, vas a ver.
En fin, disfruta cada cosa que te pase pues será tu divertida anécdota a contar, tu firma y sello de que estás madurando y si de pronto la marea está alta, ve todo con filosofía y no tengas miedo de soltarte al mundo. ¡Nadie nació sabiendo vivir solo!
¡Hasta la próxima! Si quieres compartir la foto de la portada y promover este maravilloso blog siéntente independiente de hacerlo ¡Ja!